Sunday, June 26, 2011

Puerta 12: Memorias del horror

INVESTIGACION: A 32 AÑOS DE LA MAYOR TRAGEDIA QUE VIVIO EL FUTBOL ARGENTINO

Puerta 12: Memorias del horror
Fue el 23 de junio de 1968. Había terminado un River-Boca. En la Puerta 12 del Monumental hubo una avalancha. Murieron 71 hinchas, la mayoría menores. La Justicia nunca encontró culpables. Clarín reconstruyó esa dolorosa tarde con nuevos testimonios.





CARLOS PRIETO Y ANDRES BURG
Un rato antes de las tres menos cuarto de la tarde se supo cuál era la travesura que había preparado Angel Clemente Rojas: quitarle la gorra al ya legendario Amadeo Carrizo. Pero el arquero se negó a comenzar el partido hasta que le devolvieron la cábala, y más tarde se vengó del delantero. Cuando faltaban diez minutos para el final del partido, Carrizo se sentó en el césped para burlarse de la escasez ofensiva de Boca. Amadeo y Rojitas, que le pusieron unos gramos de alegría a un encuentro empatado 0 a 0 y sin atractivos, jamás imaginaron mientras caminaban hacia el vestuario que aquel clásico se estaba metiendo en la historia de la peor manera. Porque esa tarde de hace 32 años, el 23 de junio de 1968, 71 hinchas encontraron la muerte en una avalancha trágica en la Puerta 12 del Monumental. Fue la más grande catástrofe del fútbol argentino. Pero para la Justicia nunca hubo responsables.

"Me salvé porque tenía la costumbre de quedarme un buen rato en la tribuna después de que terminaba el partido. Estaba con un amigo que hacía la colimba junto conmigo. Cuando bajamos, la Policía cerraba el paso hacia esa puerta, pero no tenía la menor idea de por qué. Era muy confuso" (Hugo Vargas, 52 años, testigo).

Los hinchas visitantes ocuparon la tribuna que da a Figueroa Alcorta. Estaba atestada, como todo el Monumental. La popular valía 300 pesos moneda nacional (1 dólar se cotizaba a 350). Por el frío —la temperatura máxima fue de 12ø7— y por el aburrimiento, las 90.000 personas que habían visto el partido querían irse lo antes posible. En el sector visitante comenzaron las avalanchas. Se venía la tragedia.

"El clima era peligroso. Algunos hinchas habían quemado banderas de River. Otros arrojaban cohetes, monedas y vasos con orina a los que estaban en la parte baja de la tribuna. No faltaron trompadas ni pequeñas avalanchas" (de Eduardo Amatucci, testigo, a Clarín en 1968).

El último tramo de las escaleras que bajan a la Puerta 12 —actual sector L de la tribuna alta Centenario, siempre ocupado por los hinchas visitantes— tiene 80 escalones entre el descanso al aire libre del primer piso y la calle. En cada uno caben 15 personas como máximo. Un túnel oscuro y peligroso. Una trampa terrible si los simpatizantes que están abajo no pueden salir y los que están arriba empujan y empujan sin saber qué sucede.

"En un principio era una avalancha normal, pero después se acrecentó. Iba por el aire, sin tocar el piso. Algo empezó a salir mal. La avalancha se detuvo. Cada vez estaba más apretado. Había gritos de pánico, de mucho miedo. La gente que estaba abajo quería subir. Estábamos uno arriba de otro bajo una terrible presión que no dejaba respirar. Me caí y después me desmayé. ¿Cuál fue el motivo de la tragedia? Nunca lo conocí. Yo me salvé de milagro. Quizá gracias a la gente que me ayudó porque era el más joven de todos y porque la avalancha se detuvo cuando yo estaba en un recodo de la escalera. Apenas tenía 14 años. Nunca más fui a ver a Boca" (Miguel Durrieu, 46, sobreviviente).

Fue demasiado tarde cuando los gritos y los gestos desesperados pudieron detener la marea descendente. Setenta y un muertos (más víctimas que en el accidente de hace 10 meses en el Aeroparque, donde perdieron la vida 67 personas) por golpes y por asfixia. Más de sesenta heridos. ¿Por qué? Treinta y dos años después, se sigue sin tener una certeza de la causa. Desde el primer momento, los testigos sobrevivientes daban versiones diferentes. La mayoría vio los portones metálicos cerrados o entornados. Y muchos aseguraron que los molinetes no habían sido retirados.

"Los molinetes estaban colocados en la salida y tenían una barra de hierro que no permitía el paso ni de a una persona a la vez" (de Juan Iñíguez a Crónica en 1968)

"Yo puedo asegurar que, diez minutos antes del final del partido, la Puerta 12 estaba cerrada. Mi hijo de 10 años se desmayó y quise salir por ahí, pero me vi obligado a subir con el nene en brazos y buscar otra salida. La puerta estaba cerrada, yo la vi. Y para peor, cuando la abrieron, quienes estábamos en las primeras filas nos encontramos con los molinetes. Fue tremendo, señor" (de Enrique Acuña, sobreviviente, a Clarín en 1968).

Pero otros hinchas afirmaron convencidos que la tragedia fue causada por una brutal represión policial. Según esa hipótesis, que también fue muy reiterada por los testigos, la Montada detuvo al público a puro bastonazo y provocó que muchos hinchas que estaban saliendo del estadio por la Puerta 12 intentaran retroceder. La Policía era temible —gobernaba por la fuerza el dictador Juan Carlos Onganía— en las calles, canchas y universidades.

"Los hinchas hacían sus necesidades en vasos de café y le tiraban orina y excremento a la Policía montada que estaba en la calle. Eso provocó la represión policial y luego, la tragedia" (William Kent, ex presidente de River).

"Hubo agentes que actuaron sobre la gente que se desconcentraba por la escalera de la Puerta 12, mientras era obstruida por la Policía montada. Allí se produjo el desbande y la tragedia. La puerta estaba abierta y los molinetes, retirados. Yo estaba ahí y doy fe de ello. Mi hipótesis es que se quiso poner a cubierto el desempeño de la Fuerza y se inventó el tema de los molinetes" (de Juan Carlos Tabanera, ex inspector general de la Municipalidad, a Domingos Populares en 1988).

En algo coincidieron todos: la iluminación de la escalera era inexistente, el piso estaba resbaladizo y no había pasamanos ni barandas. La mayoría de los hinchas que salían por otras puertas, incluso a pocos metros del desastre, sabían poco y nada de lo que estaba ocurriendo en la Puerta 12. Pero tarde o temprano se enteraron.

"Ese día estuve en la tribuna de River, y salí por la puerta de al lado. Recién me enteré a diez cuadras del estadio, cuando salían los camiones con los muertos. Los cuerpos estaban violetas" ("Cacho" Burgo, testigo).

La angustia de los familiares de los hinchas que habían asistido a la cancha se hizo into lerable a las pocas horas. "¡Papá está en casa!", gritó desbordado de nervios un muchacho en la comisaría 33 cuando, desde su casa, le avisaron por teléfono que su padre había sobrevivido. Pero los que no tuvieron esa suerte empezaron a peregrinar por hospitales y comisarías para intentar descifrar las cadáveres numerados y aún sin identificación.

"Pensaban que yo había muerto y me escribieron el número 19 en mi pecho, como si ya fuera finado. Recién en el hospital Pirovano se dieron cuenta de que todavía respiraba. Tenía los ojos color morcilla y la piel color carbón. Me estalló un oído y casi pierdo la vista. Me habían dado por muerto. Sólo recuerdo hasta que terminó el partido y me metí en la escalera de la Puerta 12. Después no me acuerdo de nada más, pero mi esposa vio en un video que los molinetes estaban puestos y que la Policía pegaba. Me salvé porque tengo una caja torácica grande" (Juan Carlos Alomo, 57 años, sobreviviente).

"Tenía franco, pero me enteré y al rato llegué al hospital. Era un horror y se pudo hacer muy poco. Recuerdo a los familiares corriendo desesperadamente por los pasillos. Los hospitales no estaban preparados para recibir víctimas en masa. Los que se salvaron fue por su fortaleza física. Hasta llegó el presidente Onganía para hacer rostro" (Jorge Izza, médico, ex jefe del hospital Pirovano).

La mayoría de los muertos eran jóvenes y adolescentes. El promedio de edad, 19 años. Por eso la causa quedó a cargo de un juez de Menores, Oscar Hermelo. Cuando al día siguiente fue al estadio para hacer un reconocimiento visual, todavía había cordones, hebillas de cinturón y peines sobre los escalones. Y manchas de sangre.

Los hechos de la Puerta 12 trascendieron fuera de la Argentina. Unidos por el espanto, el Barcelona de España, la Universidad de Chile y la Liga Paraguaya ofrecieron sus equipos para jugar partidos en Buenos Aires a beneficio de los familiares de las víctimas. En el país se decretó duelo nacional. Ese día, en las páginas de espectáculos de Clarín, se anunciaban películas como "Psexoanálisis", "Turismo de Carretera", "Al maestro con cariño" y "Grand Prix". Pero llamaba mucho la atención un aviso de Teleonce que promocionaba un documental sobre la muerte de Carlos Gardel, de la que se cumplían 33 años: "Crónica de un día triste", se leía en grandes letras. El martes fueron enterrados los restos de la mayoría de las víctimas, pero todavía quedaban dos cadáveres sin identificar. El viernes falleció en el hospital Fernández Julián Fieldman, de 16 años, la víctima 71 de la tragedia. Dos meses después, el juez ordenó la prisión preventiva de Américo Di Vietro y Marcelino Cabrera, intendente y capataz de River, y dispuso un embargo de 200 millones contra ambos y contra el club.

"El suceso se desencadenó y alcanzó la magnitud extraordinaria conocida por la existencia en las bocas de salida de un obstáculo irremovible entre los que cabe mencionar: 1°, la puerta plegadiza total o parcialmente cerrada; 2°, la puerta plegadiza replegada y no rebatida, más el total de molinetes colocados; 3°, la puerta plegadiza replegada y no rebatida, más algunos molinetes colocados" (fragmento del informe de los peritos que intervinieron al juez Oscar Hermelo).

Pero a fines de noviembre, mientras en el teatro Agón se representaba la obra "La puerta 12", de Martha Pensel y Gerald Huillier, la sala VI de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, integrada por Raúl Munilla Lacasa, Jorge Quiroga y Ventura Esteves, sobreseyó definitivamente a ambos imputados y les levantó el embargo. Los tres camaristas consideraron que las pruebas demostraban que, antes de haber terminado el partido, todos los obstáculos habían sido removidos.

"Yo había dispuesto el procesamiento de dos personas pero, cuando la Cámara revocó la medida, la investigación no pudo continuar" (ex juez Oscar Hermelo, 84 años, a Clarín a través de un familiar).

La queja presentada por los damnificados ante la Corte Suprema quedó "dormida" largamente. En agosto de 1969, cansados, los familiares desistieron del recurso.

"(La demora) resulta penosa para quienes recurren a este palacio en demanda de justicia, particularmente para los abogados que no pueden encontrar ya argumentos lógicos para explicar lo inexplicable... Una justicia tardía ya nada repara y resulta carente de sus atributos más precisos y esenciales" (del escrito presentado por los abogados de los familiares de las víctimas, Marcos Hardy y Carmen Palumbo, al desistir del recurso de queja ante la Corte Suprema).

A fines del 68 los clubes y la AFA reunieron 32 millones de pesos (menos de 100.000 dólares) para ofrecerlos a los familiares como resarcimiento. En enero del 69 dispusieron darles 30 días de plazo a los damnificados para que se anotaran para cobrar el resarcimiento, pero en la misma nota el interventor Armando Ramos Ruiz intimaba a quienes querían cobrar esa suma para "renunciar expresamente a cualquier acción legal contra River" para exigir indemnizaciones. Dos años después, la AFA y River fueron condenados a pagarles 140.000 pesos ley (14.000.000 moneda nacional) a Nélida Oneto de Gianolli y Diógenes Zúgaro, familiares de víctimas en la tragedia. Pero el resto jamás reclamó ni cobró un solo peso.

"No había pensado en hacer juicio, pero un abogado de tránsito me convenció y lo ganamos. Mi esposo tenía 35 años. Pero pasó mucho tiempo, yo me volví a casar y tuve hijos. Es un hecho que tengo medio olvidado y prefiero no volver a hablar" (Nélida Oneto de Gianolli, viuda de una de las víctimas).

Hoy, los portones metálicos y los molinetes del Monumental son otros. Pero el último tramo de la escalera sigue siendo un túnel con iluminación deficiente, aunque ahora tenga una baranda central que divide la circulación. Los encargados de controlar las entradas, que no pasan de los 30 años, apenas saben lo que ocurrió aquella tarde. Igual que muchos hinchas jóvenes. Apenas saben que allí se vivió la mayor tragedia del fútbol argentino. 


Fuente: www.clarin.com.ar 

¿Existen los Fantasmas?

¿Existen los Fantasmas?


lgunos investigadores del tema, más de acuerdo con la época, han manifestado que los fantasmas son producto del subconsciente y que sólo los ven con la imaginación ciertas personas. Pero, si esto fuera cierto, ¿qué explicación podría darse a tantos casos increíbles?.


¿Regresan Las Almas De Los Difuntos?

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Historias Sucedidas No Hace Tanto Tiempo

Ejemplos Muy Curiosos Sucedidos El Siglo Pasado

Un caso muy extraño, en el que hubo de por medio un sueño clarividente, tuvo lugar días antes del 7 de septiembre de 1812, cuando el ejército ruso se enfrentó al francés en Borodino. La condesa Tuchkova soñó una noche que se encontraba en una ciudad desconocida y que veía a su padre. Este le decía que el conde su esposo acababa de morir en la batalla de Borondino. La condesa contó el sueño a su esposo quien, a pesar de ser general en el ejército, jamás había oído hablar de ninguna población llamada Borondino. Sin embargo, existía ese lugar, situado a once kilómetros de Moscú, donde se libraría poco después una batalla en la que los rusos llevaron la peor parte. La condesa, que esperaba el resultado de la lucha en una ciudad que desconocía, se encontró con su padre, quien le informó sobre la muerte del conde.
Una noche de 1880, Lord Dufferin despertó sobresaltado en una casa de Irlanda a donde había sido invitado. Se asomó a la ventana y vio en el jardín a un hombre que se tambaleaba bajo el peso de un ataúd. Lord Dufferin le preguntó airadamente qué hacía a hora tan tardía. El hombre le levantó la cabeza y mostró una expresión horrorosa. Diez años más tarde, Dufferin se encontraba en París. En el momento de entrar en el ascensor del Grand Hotel retrocedió al reconocer en el ascensor al hombre que lo asustó aquella noche en Irlanda. Se negó a subir. Fue a la gerencia a indagar sobre la identidad de aquel misterioso individuo. Nadie lo conocía. Y mientras hablaba con el empleado, un espantoso ruido estremeció el edificio. Acababa de desplomarse el elevador desde el quinto piso, matando a todos sus ocupantes.

Otros Casos Igualmente Interesantes

Era Una Calurosa De Verano

Fuente: www.mundoparanormal.com

La Santa Compaña: La Peregrinación De Los Muertos

La Santa Compaña: La Peregrinación De Los Muertos


iles de testimonios aseguran haber visto una procesión de figuras con sudario, que avalarían la existencia del mito gallego de la Santa Compaña. ¿Qué hay de cierto? Veamos las hipótesis más sugestivas y los relatos de algunos testigos.

A la «Santa Compaña» la describen como una procesión de figuras vestidas de blanco y cubiertas con sendas capuchas.
El doctor Pereira regresaba a casa al filo de las dos de la madrugada tras atender un parto difícil en una aldea vecina. Al doblar un recodo del camino se encontró con «La Compaña». Era un grupo de unas ocho tétricas figuras vestidas de blanco y cubiertas con sendas capuchas comandado por un pálido individuo que portaba una gran cruz de madera. La fantasmal comitiva se movía en el más absoluto silencio, mientras un fuerte olor a cera quemada lo inundaba todo. De repente, el grupo se detuvo frente a la casa de Manolo, el de la ferretería. El pánico dominó al doctor Pereira que salió disparado, como alma que lleva el diablo, para refugiarse en su vivienda, al otro lado del pueblo. Atrás quedaba el «mito imposible» que había visto con sus propios ojos: «La Santa Compaña». Cuatro días después Manolo el ferretero moría de un infarto en la tasca del pueblo...

Este es uno de los casos típicos y tópicos que el folklore y la cultura popular gallega amontona entre los relatos de los viejos lugareños de cualquiera de sus aldeas. Y es que resulta muy difícil, aún en los años noventa, encontrar una aldea o pueblo gallego en el que no exista, al menos, un testigo de estas insólitas apariciones.

Muchos han sido los literatos e intelectuales gallegos que han elegido «La Santa Compaña» como el argumento base de sus fábulas, y muchos también los antropólogos y sociólogos que han pretendido estudiar y comprender el mito. Pero todos los intentos de cuadricular esta tradición han sido pobres en resultados, ya que el mito de «La Compaña» ha sido asimilado de tal forma por la cultura rural gallega que sus variantes y matices son demasiados para ser clasificados alegremente. Cada pequeña localidad posee una «Santa Compaña» con personalidad propia.

Naturalmente existen casos abundantes para apoyar cualquiera de las creencias populares sobre ánimas, a pesar de que con el estudio serio y científico que algunos investigadores han hecho del mito, éste comienza a perder su aureola sobrenatural para encontrar, en muchos casos, una serie de respuestas posibles más lógicas y terrenales.

Según el estudio de algunos antropólogos o investigadores que se han ocupado del tema, en muchas ocasiones las apariciones de «La Compaña» se daban en lugares de características similares: terreno irregular, poca luz, un solo testigo y a altas horas de la noche... Algunos estudiosos, tras analizar casos concretos, llegaron a la conclusión de que en muchas ocasiones una pandilla de contrabandistas de tabaco, tan habituales en Galicia, o una partida de mariscadores, bien podrían haber sido tomados en la penumbra de la noche y por unos testigos pre-condicionados culturalmente, por una procesión de «ánimas en pena». Y no les falta razón.

Tétricas Leyendas

Son muchos los casos que se han dado de personas que han visto la «Santa Compaña».
Fernando Magdalena, del Centro de Investigaciones Psicobiofísicas de Vigo, confesaba que el número de casos de aparición de la «Santa Compaña» ha disminuido notablemente; para nosotros es debido en buena parte a la creciente iluminación y asfaltado de los caminos; para los «creyentes» la razón es que ahora se rezan más misas a los difuntos...

Pero, aunque en menor número, las apariciones no han desaparecido. En El Ferrol Juan Pérez decía: «Estaba con mi hermano en el coche, cerca de la playa, cuando los vimos. Eran una media docena. Todos vestían túnicas blancas, como de monjes, y se movían en silencio por encima de las rocas. Nos quedamos petrificados sin poder decir palabra...».

Bruno Alabau, otro testigo de la insólita aparición, fue el más explícito, ya que pudo presenciar el fenómeno desde más cerca: «Fue en marzo de 1982, en Gisamo (La Coruña). Yo era boy-scout y me encontraba con mis compañeros en una acampada de fin de semana. Después de la cena, ya era de noche, hicimos un «acecho», una especie de juego del escondite. Yo decidí rodear el campamento a través del bosque, así que me fui colina abajo y cuando estaba llegando al camino ví unas luces. Pensé que sería alguno de mis compañeros así que me escondí detrás de unos árboles con la idea de darles un susto, pero el asustado fui yo. No me preguntes qué era aquello. Eran siete «personas» en dos filas de tres y con uno de ellos delante, entre las dos filas. Todos vestían igual, una especie de túnicas terminadas en unos capuchones, como los de Semana Santa. El de delante llevaba una gran cruz que parecía hecha con dos maderas planas. Y los dos que le seguían, uno en cada fila, llevaban una gran vela cada uno. Los otros cuatro no llevaban nada. Me quedé allí, como paralizado, hasta que cruzaron frente a mí y se perdieron tras los árboles. Luego volví corriendo al campamento pero no conté nada a nadie; me tomarían por loco...».

Según la tradición popular, Bruno habría tenido mucha suerte, ya que el fundamento del mito es el de que «La Santa Compaña» está compuesta por un grupo de difuntos precedidos por un vivo condenado a salir todas las noches a los caminos, comandando la fúnebre peregrinación, portando la cruz o un cubo de agua bendita, hasta encontrarse con otro vivo a quien traspasar la condena y así quedar libre. De no hacerlo así, en un determinado tiempo iría enfermando y palideciendo gradualmente hasta morir.
Dicen los lugareños que no todos los mortales tienen la facultad de ver con los ojos a «La Compaña». Elisardo Becoña Iglesias, en su obra «La Santa Compaña, El Urco y Los Muertos» explica que según la tradición, tan sólo ciertos «dotados» poseen la facultad de verla: los niños a los que el sacerdote, por error, bautiza usando el óleo de los difuntos, poseerán, ya de adultos, la facultad de ver la aparición. Otros, no menos creyentes en la leyenda, habrán de conformarse con sentirla, intuírla, etcétera. Y es que habría una serie de indicios de la proximidad de la aparición como podría ser el olor a velas surgiendo de repente, o el espanto de determinados animales: perros, gatos, caballos... que según la leyenda pueden ver esos fantasmas por algún tipo de sensibilidad especial.

El buen creyente habrá de dejarse guiar por esa intuición y tomar igualmente las medidas oportunas. En las afueras de La Coruña, existe el caso de Fernando A. Hermida: «Iba con mis hermanos a ver una carrera de motos cerca de Santa Cristina. Debían ser las ocho, pero como era invierno ya había anochecido. De repente, escuchamos que los perros de una finca cercana comenzaron a ladrar como locos y un fortísimo olor a cera quemada nos rodeó. No es que yo crea en esas cosas pero, por si las moscas tracé un círculo en el suelo a nuestro alrededor, hicimos «la higa» con las manos y gracias a Dios no pasó nada... ».

Algunos investigadores han intentado buscar paralelismos entre otros casos de «aparición fantasmal» en Galicia y el mito de la Compaña. Celia D. Calo, joven administrativa de órdenes, describe la aparición en su propio domicilio de un ser alto, vestido de blanco y con apariencia cuasireligiosa. Si nos limitásemos a tan pobre descripción, efectivamente podríamos buscar paralelismos, pero «La Compaña» posee una estructura, una personalidad y una tradición muy específica como para equipararla, gratuitamente, con otras apariciones. Más aún cuando el caso presenta tintes precognitivos. Precisamente esta es una de las señas de identidad de la auténtica «Santa Compaña». 
En la localidad pontevedresa de Marín, existe otro caso, el de Charo Santiago: «Yo regresaba a casa después del trabajo. Aquella noche había salido un poco más tarde porque teníamos tarea atrasada. Salí de la carretera principal de Marín por el atajo que tomaba siempre que tenía prisa. Entonces los ví. Eran unos diez. Vestían todos de blanco y algunos llevaban luces, velas o candiles. Estaban parados delante de la casa de Mari Carmen, una vecina que conozco hacía años. Yo me asusté mucho y eché a correr hasta llegar a casa. No lo comenté con nadie hasta que dos días después esta vecina moría de repente, de no se qué enfermedad rara...».

Casos como el de Charo han llevado a especular a algunos parapsicólogos con la posibilidad de que se trate de una justificación inconsciente del testigo que ha tenido una premonición de muerte y la proyectase mentalmente como «La Compaña».
En estos montes orensanos se han visto en numerosas ocasiones "A procesión das Ánimas", denominación lugareña de La Compaña.
Desgraciadamente hasta el momento no se ha hecho ningún tipo de investigación en profundidad. Javier Alonso Rebollo comenta los aspectos psicológicos de «La Santa Compaña»: «En sí mismo este mito reúne las características clásicas de los populares «fantasmas», a pesar de verse influído por otros aspectos del folklore gallego. Uno de los mayores legados que el neolítico dejó en esta región es el de la vida más allá de la muerte, y las diversas corrientes culturales y heréticas que llegaron a Galicia nos trajeron la creencia en que eran posibles las comunicaciones con ese más allá. Esto podría entroncar con determinadas creencias espiritistas. Pero además «La Santa Compaña» presenta un aspecto precognitivo al anunciar la muerte del visitado por esta comitiva, y también aspectos relativos al desdoblamiento «astral», ya que el vivo que ha de presidir la peregrinación no podrá esconderse en ningún lugar ni huir. Según el mito, cada noche, inevitablemente, y mientras no traspase la cruz a otro vivo, saldrá de su cuerpo cuando esté dormido y aparecerá nuevamente al frente de la procesión de difuntos... ».

Según antropólogos como Xosé Ramón Mariño Ferro, de la Universidad de Santiago, es importante tener presente que «La Compaña» es un fenómeno autóctono de Galicia, a pesar de encontrarse también en parte de Asturias y norte de Portugal. Eso nos obliga a un enfoque en buena parte sociológico del mito. Mariño Ferro comentó: «Tenemos una buena prueba del carácter eminentemente gallego del mito en que está asociado íntimamente a los cruceiros. El punto de reunión de la fantasmal comitiva serán determinados cruces de caminos donde se erigen cruceiros muy concretos, y a partir de ese punto comenzará su triste procesión nocturna».

Ciertamente algunos puntos de Galicia destacan por una mayor casuística, en torno a sus cruceiros y cementerios. Lugares como Lourizán, Marín (Pontevedra), Freixeiro, Muros (La Coruña), etcétera. Puntos que, en general, presentan sospechosas similitudes en su orografía, clima y vegetación, como comentábamos al principio factores de gran importancia en opinión de los estudiosos.

Pero como nos comenta Fernando Magdalena, «sobre todo en algunos núcleos rurales, casi cualquier fenómeno extraño que se produzca es asimilado a «La Santa Compaña». Recordemos casos como el del «Humanoide de Penamoa» o el ovni de Esteiro, o tantos otros casos que hemos recogído en el Centro de Investigaciones Psicobiofísicas. En muchas ocasiones, los testigos lo primero que dicen es que aquello era «cousa dos mortos». Y es que «La Santa Compaña» a veces se convierte en un «cajón de sastre» en el que meter todo lo extraño, insólito o inexplicable...».

Sea como fuere, miles de personas en toda Galicia aseguran haberla visto. Cientos de testigos afirman haberse topado en las oscuras «corredoiras» gallegas con una fantasmal procesión compuesta de pálidos espectros vestidos de blanco, mensajeros de la muerte y del miedo. Y aunque un amplio sector de la población dude de su existencia... haberla hayla.

El Caso De Sofía Pérez

Punto exacto en el que Sofía Pérez y su madre vieron la extraña pocesión de la Compaña.
En el municipio pontevedrés de Budiño existe uno de los casos más típicos y arquetípicos de aparición de la Santa Compaña.

Sofía R.Pérez es un ama de casa de 42 años, madre de cuatro hijos, conocida y respetada por todos los vecinos del pueblo. A pesar del tiempo transcurrido desde su experiencia, Sofía la recuerda perfectamente.

«Yo tenía ocho años comenta cuando ocurrió. Mi madre y yo habíamos salido para visitar a una amiga y bajábamos por el camino de detrás de la casa, cerca del cementerio.

No era muy tarde, pero como era invierno ya era de noche. Fue justo al llegar al cruce. Yo oí un ruido de pasos muy grande, como si se acercase mucha gente. Le pregunté a mamá si lo oía y dijo que sí. Entonces vimos que bajaba por la carretera una procesión, como de un entierro. Eran muchos, no sé el número, pero todos vestían igual. Llevaban una especie de túnicas negras que les cubrían todo el cuerpo, con una capucha también negra. Pasaron muy cerca de nosotros.

Nos quedamos paralizadas. Yo era muy pequeña y no entendía muy bien qué era aquello, pero mi madre estaba aterrorizada, me apretaba muy fuerte contra ella, diciéndome que no hiciera ruido. Y cual fue nuestra sorpresa que al final de la fila de «La Compaña», vimos a una mujer; ¡A una vecina nuestra!.

Era la «Tía Preciosa», una vecina que vivía unas casas más arriba de la nuestra. Yo la reconocí por su forma de andar, porque tenía un defecto en las piernas y luego la vimos muy claramente. Llevaba como un palo en la mano y una especie de «pedra» como un mármol, pero muy, muy brillante. Pasó a nuestro lado en silencio «como un ánima». Y se fue detrás de la Santa Compaña.

No nos dio tiempo de preguntarle que hacía allí. Cuatro días después de pasar esto, «a tía Preciosa» moría. Estaba en la cocina y un rayo entró por la chimenea y la mató. Yo creo que aquello fue un aviso... todos avisamos antes de morir...».

Todos Los Nombres Para Un Fenómeno

Ya en 1946, el conocido intelectual gallego Vicente Risco publicaba un extenso artículo en el que citaba una decena de nombres con que se conocía a la «Santa Compaña» en distintas poblaciones gallegas:
  • Procesión de las ánimas: Aplicado especialmente en el sur de Galicia, sobre todo en Orense.
  • Santa Compaña: Aplicado mayoritariamente en Galicia Norte.
  • Hoste o Hueste: Aplicado en algunos lugares al formar la comitiva una especie de hueste o mesnada.
  • Hostilla: del latín «enemigo», aunque probablemente contaminada en la evolución de la tradición de las ánimas.
  • Estatinga o estadinga: considerada una derivación de «hostia antiga» o «Nemigo antigo».
  • Estadea: derivación probable de «estadal», la vela usada para iluminar a los difuntos.
  • Antaruxada: uno de los nombres menos frecuentes.
  • Pantalla: En opinión de Vicente Risco, fusión de los términos «Pantasma» y «Espantallo».
  • Visión: En este caso sinónimo de «aparición».
  • Visita: En clara referencia a la intencionalidad de la aparición.

Respecto a esa intencionalidad del fenómeno existen numerosas versiones, aunque las más compartidas por los testigos sedan las siguientes:
  • Para pedir misas por su salvación a los familiares vivos.
  • Para reprochar a los vivos pecados o faltas cometidas.
  • Para reclamar el alma de un pecador que morirá tiempo después de la aparición.
  • Para cumplir una pena infringida por alguna autoridad del más allá a fallecidos en pecado.

Fórmulas De Protección

La cultura rural expone también una serie de estrategias para librarse de la condena en caso de toparnos frente a frente con «La Santa Compaña». Existen varias fórmulas de protección, aunque las más populares serían:
  • Acompañarse de un gato negro y, en caso de toparse con la macabra procesión, arrojárselo y huir. Sabido es el rico simbolismo mágico del gato en todas las culturas.
  • Trazar el Círculo de Salomón rápidamente en el suelo e introducirse dentro, no abandonándolo hasta que «La Compaña» haya desaparecido.
  • Determinados gestos mágicos como «la figa o higa» o «los cuernos».

    Fuente: www.mundoparanormal.com

Historia 2 [Manchando las Manos]


No era un día alegre para Isabel, una joven de diecisiete años, de piel blanca y cabello negro, ojos verdes. Ella tenia el autoestima bajo, muchos se burlaban de ella, aunque era por pura diversión, claro que ella se ponía muy triste por ella ,lloraba y lloraba, a veces Isabel dudaba de su belleza, era de estatura mediana y contextura normal pero eso no era el tema.
Según Isabel tenia “amigas” por así decirlo, sus  “amigas” compañeras de su curso,  eran: Jenifer, Mónica  y Juliana y Rocio. Solían burlarse de ella a sus espaldas, claro que ella no estaba enterada de ello.
Un miércoles como cualquier otro, su curso iba de excursión. Ella quedo con sus “amigas” que les traía una fotografía de su hermana mayor besando a su novio, pero ella tenía una gran duda. Mostrarles la foto a sus “amigas” seria dañar a su hermana, ósea violar su privacidad, No quería mostrarle la foto a ellas, estuvo toda la noche en su cama pensando en que hacer, no quería lastimar a su hermana, pero menos perder a sus “amigas” la pregunta que ella tenia ¿Ellas eran sus amigas?  Se dijo a si misma. -Si ellas fueran mis amigas me entenderían de verdad...- Dijo con lágrimas en sus ojos, estaba muy triste.
Toda la noche pensando, hasta que lo decidió: No es Daria la maldita foto. Al día siguiente en el colectivo, Isabel se había alejado de ellas, quería  estar sola. Mostrando una actitud fría, “sus amigas” solo conversaban entre ellas, nisi quiera se preocupan por Isabel solo fue una estupida pregunta “¿Trajiste la foto?”, ella simplemente se quedo en silencio, dándose la vuelta y caminando para adelante. En la excursión varias veces se quedaban sentados en un banco sus compañeros, mientras que ella estuvo debajo de un árbol sentada, cruzada  de brazos pensativa: “Hice lo correcto” se dijo. “Sus ex amigas” ya no serian amigas después de todo, Isabel se harto de sus falsas palabras, suspiro  aliviada y triste –No me arrepiento…maldita foto no debí hablar de ello...-Dijo ella. La amistad que ella tenía con ellas era nada, desde ese momento un sentimiento de odio llego hacia Isabel.
Pasaron días desde aquello, sus ex amigas la maltrataba...hasta que un día mancharía sus manos con la sangre de ellas. En la noche una extraña llamada les lego a las cuatro chicas ex amigas de Isabel, diciéndoles que debían reunirse en el lago a las ocho AM de parte de la directora de la escuela que era un asunto de suma importancia, ambas chicas tenían miedo de que fueran suspendidas o algo por el estilo.
 Pero en realidad la de la llamada no era la directora, sino que era Isabel. Las chicas habían llegado al día, pasaron minutos después y las chicas estaban en la orilla del lagó, jugueteando, lo cual no sabían que un auto que venia a toda velocidad apunto de morir. Todo fue muy rápido, las chicas yacían muertas debajo del auto, Isabel salio  de el, con varios chucillos filosos cortando la carne de sus ex amigas las corto en pedazos, arrojándolas al lago.
Después de eso volvió para a su casa en el coche, al  llegar se había acostado en su cama, pero  no se dio cuenta que tenia las manos manchadas de sangre…

Cuentos o Historias

Saludos otra vez! Ademas de dibujar me gusta escribir cuentos del genero Terror o suspenso, es un genero muy interesante, muchas veces se me ocurren muchas ideas sobre ese tema, bueno les traigo esta historia. RECUERDEN QUE SI QUIEREN COLOCARLO A SU BLOG,WEB DEBEN DARME EL CREDITO POR ELLO.

El Piano Maldto

Había una vez una familia bastante extraña que vivía en una mansión la familia Hermitir
La pareja tenía una hija llamada Jenny, de apenas 11 años de edad. Los padres de Jenny adoraban a su pequeña hija y por eso, en su cumpleaños, le regalaron un piano de color blanco para que tome o componga algunas canciones y aprenda a tocar.

Ella por supuesto salto de la felicidad que tenía, por  que ella siempre quiso un piano para tocar – ¡Gracias, papis, por regalarme un piano, es lo que mas quería en toda mi vida!- dijo Jenny feliz.
Antes del anochecer, Jenny  se sentó en el piano y empezó a tocar, tocar  y a tocar, días tras días escribiendo una canción. Una noche Jenny tocaba el piano, y al fin compuso una melodía llamada “Pesadilla” se las enseño a sus padres, los padres de Jenny se sintieron muy contentos de su pequeña les encanto la melodía que compuso.

-¿Les gusta?- pregunto Jenny que miraba a sus padres -¡Es hermosa la melodía pequeña! Dijo la madre de Jenny el padre no tuvo palabras solo la abrazo.

Un rato después Jenny se acostó a dormir, el sueño la dominaba pasaron las horas que eran las dos de la mañana Jenny seguía dormida y luego escucho que alguien estaba tocando el piano que la melodía que había compuesto se asusto -¡¿Quién…esta tocando a estas horas?!- Dijo mientras salio de su habitación.

Bajo lentamente las escaleras estaba asustada y a la vez nerviosa, el piano estaba en el sótano debajo de la casa un sótano oscuro Jenny abrió lentamente la puerta, al abrirla…la melodía ya no se escuchaba...a Jenny le recorrió un escalofrío por la espalda se acerco al piano lentamente y lo miro –Creí que alguien estaba tocando…-Suspiro-...debe ser mi imaginación...Aquí no hay nadie- dijo salio del sótano y se fue a dormir.

Una hora después se volvió a escuchar el piano esta vez se despertó la madre. -¡¿Esta niña esta tocando el piano a estas horas?!- dijo la madre de Jenny salio y bajo las escaleras rápidamente entro al sótano...-Hija te dije que...- ya no se escuchaba el piano y no había nadie la madre de Jenny miro al piano –Creí que Jenny estaba tocando a estas horas…bueno debe ser mi imaginación- salio del sótano y se volvió a su cama.

Pasaron unas horas mas y se volvió a escuchar la melodía una y otra vez el padre de Jenny se levanto furioso, corrió hacia el sótano, al abrir la puerta no había nadie y no escuchaba nada. -…Aquí no hay nadie...- se dio la vuelta y se fue a la cama. Pasaron noches y noches el piano aun se escuchaba una y otra vez la familia creyó que alguien había entrado a la casa y tocaba el piano todas las noches pero nada…días después creyeron que el piano estaba maldito, no tuvieron mas opción que vender el piano.

Pero pasaron días y días y nadie quería el piano por motivo desconocido no tuvieron otra opción que quemarlo.

Jenny estaba deprimida ya que ella se haba encariñado con el piano. Estuvo días y días sin alimentarse, encerrada, en su habitación nadie podía ni siquiera animarla, ni sus padres. Jenny cubrió la habitación de sus padres con alcohol, arrojándolo por el piso de madera mientras ellos dormían. Jamás los perdonaría a sus padres por quemar el piano que tanto quiso, claro que le dijeron que le comprarían otro pero resulto ser una falsa promesa de sus padres.
Decidió que al igual que piano ellos también. Jenny encendió una vela, la tiro al piso, luego toda la habitación invadida por las llamas al ver que el fuego que estaba por casi toda la habitación tratando de gritar pidiendo ayuda pero nadie respondía mirando con terror el fuego desde la puerta Jenny trato de huir pero la puerta de la habitación se trabo y no pudo. La familia murió quemada toda la casa queda en llamas.


Canciones

Saludos! En esta sección encontraran letras de canciones,poesias escritas por mi, claro ademas de dibujar a veces suelo componer canciones, simplemente ESCRIBO, no soy de componer canciones muy alegres que dgamos, suelen ser depresivas relacionadas con sentimientos negativos, Ejemplo: Celos,Decepción,Enojo entre otros, SON SOLO CANCIONES, pues si quieren usarla o algo por estilo deben darme el credito por ello.

Ese no eres tu


Yo te conocia como alguien sensible
Amable, tierno  enamoradizo
Un verdadero chico honesto
El hombre perfecto
Soñador y amoroso

Yo era cruel y fria contigo
Era un demonio contigo
Te hice mucho daño
Por años, hice cosas horribles
Te fui infiel, para que me odiaras
Al final todo cambio

Ahora eres un perfecto idiota
Solo piensas en ti mismo
Nada te inporta, nisiquiera yo
Te vengaras de mi, dañando mi corazón
Robaste mi corazón
Lo aplastas
Me haces bellas ilusiones

Me encierras en un mar de sueños hermosos contgo
Tus chistes me ofenden
Pues a ti eso no te inporta
Ahora soy timida y tierna contigo
En cambio, tu lo contrario
Eres alguien diferente a quien yo conoci

Todo fue mi maldita culpa
Por mi culpa cambiaste
Por mi culpa ya no sabes lo que sientes por mi
Mis lagrimas caen minuto por minuto
Mi corazón palpita por ti
¿Que te paso mi amor?
Ese no eres tu

Yo te conocia como alguien sensible
Amable, tierno  enamoradizo
Un verdadero chico honesto
El hombre perfecto
Soñador y amoroso

Yo era cruel y fria contigo
Era un demonio contigo
Te hice mucho daño
Por años, hice cosas horribles
Te fui infiel, para que me odiaras
Al final todo cambio


Me encierras en un mar de sueños hermosos contgo
Tus chistes me ofenden
Pues a ti eso no te inporta
Ahora soy timida y tierna contigo
En cambio, tu lo contrario
Eres alguien diferente a quien yo conoci

Todo fue mi maldita culpa
Por mi culpa cambiaste
Por mi culpa ya no sabes lo que sientes por mi
Mis lagrimas caen minuto por minuto
Mi corazón palpita por ti
¿Que te paso mi amor?
Ese no eres tu

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Fin de Todo


Dicen que se acabara
Dicen que todos moriremos
Dicen que todo se destruira
Todos dicen que se acabara la humanidad
Esa fecha en diciembre
¿Es verdad?
No lo puedo asegurar

Desperte en la suave arena dorada
Edificios destruidos,fuego ardiendo
Hogares destruidos, esqueletos sueltos
Cenizas quedaron,El cielo negro
Estrellas en el cielo
Mi vestido blanco arrugado

Algunas heridas en mi cuerpo se hicieron presentes
Aun confundida por lo sucedido
En la arena yace un calendario
Calendario del mes diciembre
¿Era cierto? ?El fin esta aqui?

Dicen que se acabara
Dicen que todos moriremos
Dicen que todo se destruira
Todos dicen que se acabara la humanidad
Esa fecha en diciembre
¿Es verdad?
No lo puedo asegurar

Caminando sin sear por la tierra destruida
Arena y mas arena
Caian lagrimas de mis ojos
Mis pies desnudos caminaban
Todo en profundo silencio
Pedazos de hierro en la arena

El fin de todo
El fin de la humanidad esta aqui
Ahora comprendi todo
Que tristeza
Un hermoso planeta destruido por la maldad
Las estrellas testigo de lo ocurrido
¿Que hacer?
Dormir en paz como todos

Dicen que se acabara
Dicen que todos moriremos
Dicen que todo se destruira
Todos dicen que se acabara la humanidad
Esa fecha en diciembre
¿Es verdad?
No lo puedo asegurar


El fin de todo
El fin de la humanidad esta aqui
Ahora comprendi todo
Que tristeza
Un hermoso planeta destruido por la maldad
Las estrellas testigo de lo ocurrido
¿Que hacer?
Dormir en paz como todos

El fin de todo
Solo me queda dormir eternamente
En la suave arena yasi
Las heridas no dejaban de sangrar
Mis lagrimas salian de mis ojos
Cerre mis ojos para no volver a despertar

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Dia feliz, sonrisas felices
Una pareja feliz sonriendo
El sol brillando
Hermoso dia, lindo dia e alegre
Todo eso paso a segundo plano a los quince
Todas las sonrisas se trasformaron en enojos

El dia bello paso a una horrible lluvia
la pareja se separon
el joven la engaño
la joven se coro las venas
La joven sufrio depresion
El joven se reia de ella
El joven dormia con otras doncellas

La joven tenia lagrimas
La joven doncella se quito el corazón
y lo guardo bajo llave en una caja
Su corazón esta bajo llave


La joven doncella ya no sonrie
ni en dias alegres
La doncella tiene una mirada fria
y sin sentimientos
Ella ya no siente nada por nadie
Ella harta de la vida
Ella no pudo suicidarse
Por temor a la muerte

La joven doncella asesino a su ex pareja
La sangre inundia la habitación
La joden escapo
La joden staba mojada or la lluvia


Dia feliz, sonrisas felices
Una pareja feliz sonriendo
El sol brillando
Hermoso dia, lindo dia e alegre
Todo eso paso a segundo plano a los quince
Todas las sonrisas se trasformaron en enojos

El dia bello paso a una horrible lluvia
la pareja se separon
el joven la engaño
la joven se coro las venas
La joven sufrio depresion
El joven se reia de ella
El joven dormia con ors doncellas


La joven tenia lagrimas
La joven doncella se quito el corazón
y lo guardo bajo llave en una caja
Su corazón esta bajo llave

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Depresion

Mis lagrimas caen de mis ojos verdes
Mis ojos reflejan tristeza
Sigo llorando toda la noche
Mi Depresion

La noche fria como el hielo
Mis lagrimas saladas mojan las sabanas blancas de mi cama
Mi tristeza no tiene fin
¿Que hacer en un momento asi?
Solo llorar y llorar
Mi cuerpo frio como la nieve


¿Que hacer en un momento asi?
Solo llorar y llorar
Mi tristeza no tiene fin
Mi Depresion


Mi sangre fria corre por mis venas
Mis heridas no dejan de sangrar
Todo por tu culpa, Tonta Depresion
Mi hermosa Depresion
Mi Depresion

Mi vida se acaba
Miro el reloj y era las doce y media
¿Que hacer en un momento asi?
Solo llorar y llorar

Mi depresion